No fue brujería,
no fue nigromancia ni agorería
No representaba nada
pero tampoco se encontraba vacío de sentido
Fue más que magia,
una criatura que decapitaba corazones,
robaba almas y crucificaba sentimientos.

No era blanco ni negro,
no tenía nombre ni apellidos
solamente un motivo para vivir.

​

Su recuerdo duele,

su existencia mata,

me rodea y me aprieta,

me agrieta y me destroza,

me ahoga y me envenena,

me amenaza y me somete a su ley.

Se inspiró en las entrañas de mi ser,
esculpió las historias que vagabundean por mi cabeza
y me obligó a tragar las más agrias miradas
Mentiras que se pintan de rojo
realidades que se clavan en la retina del corazón
Palabras hermosas que duelen
palabras vacías que matan,
pero lo que no me mate ahora, no lo hará nunca.

 

Apocalíptico y sin fin

Un muñeco usado y abandonado,

lleno de polvo y sudor

Un niño que corre y no avanza

Un combatiente malherido,

y unas alas cuesta abajo.
 

Se contagia la desfachatez,
se arremete contra la dignidad
y se encarcela la libertad.
La oscuridad es color,
la incertidumbre un tono gris
y mi alma con vestido azabache.
El umbral es para los cobardes
y el final para los valientes.
 

Las noches se envuelven de lágrimas y decepciones
Las sonrisas se ahorcan sin valor y sin temor
Una tropa de honores y desventuras,
una sarta de luces y respuestas,
un paso de batalla y una caída con decisión
Fracasaré, me hundiré pero nunca me rendiré.

 

El cielo cambiará de matiz,

se moverán mares y montañas,

se alzará un solitario mortal,

un camino de espadas y escudos,

una victoria merecida y sin estrenar.

El tiempo me señala, me toca y me pone la piedra
Usted es el líder y yo su fiel seguidor
Usted me rodea y me desata,
pero la libertad está aquí,
así que ahora, gano yo.